Revista Viajes

Los jardines de Villa d’Este

Por Persimon

Villa d’Este en Tívoli, cerca de Roma, con su palacio y su jardín, es uno de los testimonios más significativos y completos de la cultura renancestista en su más refinada expresión. Gracias a su concepción innovadora y a la creatividad e ingeniosidad de las obras arquitectónicas (fuentes, estanques, jardines,…) constituye un ejemplo incomparable de jardín italiano del Cinquecento.

 

Los jardines de Villa d’Este

Vista del jardín

Villa d’Este, uno de los primeros “jardines de las maravillas“, ha sido desde siempre un modelo y ha ejercido una influencia decisiva en el desarrollo de los jardines en Europa”.

Villa d’Este, obra maestra de jardín “a la italiana“, concebida por Pirro Ligorio para el cardenal Hipólito II d’Este, representó una novedad absoluta en el panorama de las villas del siglo XVI.

Los jardines de Villa d’Este

Fuente de la Rometta

La Rometta, fantástica evocación en miniatura de algunos de los más importantes edificios de la antigua Roma, es obra del arquitecto Pirro Ligorio y, tal vez, del mismo Hipólito II. El canal está formado por la confluencia de dos riachuelos que representan respectivamente el Tíber y el Aniene, provenientes de la pared rocosa del fondo; el primero surge de una caverna en la que está colocada la estatua del Tíber, el segundo, en cambio, desciende en esplendorosas cascadas desde la base de la estatua que representa el Aniene.

Nunca hasta entonces, a excepción de los modelos antiguos, se habían remodelado tanto la naturaleza y la orografía del lugar para articular el jardín en pendientes y terrazas escalonadas, en una empresa titánica que suscitó el estupor de los contemporáneos. Pero sobre todo, nunca se había concentrado en un solo complejo, de poco más de cuatro hectáreas de extensión, un número tan asombroso de fuentes, grutas y ninfeos, para crear un lugar maravilloso, ya que donde quiera que vuelvas la mirada surten veneros en tan variadas formas y con tal esplendidez de diseño, que no existe un lugar en la tierra capaz de superarlo.

Los jardines de Villa d’Este

Las cien fuentes

Cuando las Cien Fuentes fueron construidas su belleza era otra y la impresión que provocaban era muy distinta.  Las Cien Fuentes flanquean un largo paseo rectilíneo que desde la Rometta lleva a la Fuente del Oval.El agua brota desde tres larguísimos canales paralelos, dispuestos en tres niveles diferentes, que constituyen un único juego hidráulico.

 

Villa d’Este debe el perdurar de su fama a los efectos deslumbrantes producidos por un sofisticado empleo del agua, sin olvidar sus obras arquitectónicas (palacio, fuentes, logias, ninfeos y grutas) y sus precioso aparatos decorativos (como los ciclos pictóricos realizados por famosos artistas de la escuela romana manierista, tales como Federico Zuccari y Girolamo Muziano), constituye una de las creaciones más fascinantes de la arquitectura del Renacimiento italiano.

Los jardines de Villa d’Este

Fuente de Neptuno debajo de la Fuente del Órgano

Fuente de Neptuno

Es sin duda la fuente más importante de la Villa y fue diseñada y ejecutada recientemente. Se debe a Attilio Rossi, encargado Honorario de la Conservación de la Villa d’Este, que con rara sensibilidad artística y sabia audacia, consiguió ensamblar sobre el motivo original de la cascada de Pirro Ligorio (la que tiene encima el Órgano Hidráulico) los otros juegos de agua, formando un conjunto hidráulico de altísima belleza y extraordinario valor arquitectónico.

Fuente del Órgano

Así llamada porque en ella se había colocado un mecanismo que, impulsado por el agua, permitía escuchar sonidos parecidos a los de un órgano. El Órgano Hidráulico, al que se debe el primero y más importante nombre de la fuente, fue una de las maravillas de la Villa d’Este, fruto del ingenio de Claudio Venard. A la izquierda y a la derecha del ábside hay dos nichos que albergan dos estatuas ornamentales de modesta factura.

El jardín se organiza en torno a un eje central con ejes secundarios que lo cortan de un carácter calculadamente variado, refrescado por alrededor de quinientos chorros en fuentes, cascadas y abrevaderos de agua. E labundante agua lo proporciona el río Aniene, que en parte es desviado a través de la ciudad, una distancia de un kilómetro, y por el manantial Rivellese, que proporciona una cisterna por debajo del patio de la villa. El jardín está integrado actualmente entre los Grandi Giardini Italiani.

 

Los jardines de Villa d’Este

Fuente del Oval

La Fuente del Oval, construida sobre la base de un diseño de Pirro Ligorio, se llama así por su forma particular. Aún sobre el eje central, surge la tosca estatua de la Sibila Tiburtina (Albunea). A la derecha y a la izquierda están las representaciones en mármol de los ríos Aniene y Ercolano, los ríos de Tívoli, de Giovanni Malenca. La pileta en la cual se precipita la breve cascada tiene como fondo un hemiciclo de pilares y nichos que simulan un ninfeo.

Los jardines de Villa d’Este

Fuente de Diana de Éfeso o "Madre Naturaleza"

Se encuentra cerca de la vieja entrada de la Villa en Via del Colle. Es una copia en travertino de la célebre estatua de Diana de Éfeso.

Si visitáis Roma no podéis perder la oportunidad de visitar esta espectacular villa. Y es que Villa d’Este es una villa situada en Tívoli, cerca de Roma, declarada Patrimonio de la Humanidad, una pieza maestra de la arquitectura italiana y especialmente del diseño de jardines.

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Imágenes: ©Hotelando, ©Aklame

 


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