Revista Sociedad

En recuerdo de tío Paco

Publicado el 17 noviembre 2013 por Jordi Martinez Aznar
En recuerdo de tío PacoA falta de pocos días para que se cumpla el enésimo aniversario de la muerte de Francisco Franco, es previsible que se hagan las típicas y tópicas manifestaciones de todos los años para aclamar al Caudillo mientras los más mayores claman aquello de que "con el Caudillo vivíamos mejor", mientras otros, los más jóvenes o los menos afines con el régimen no dejarán de recordarnos que aquello fue una dictadura y que no se ha de volver a repetir, aunque mucho me temo que más de uno pensará que a muchos de los jóvenes actuales le iría bien una buena dictadura para ver si espabilan de una vez por todas. Por mi parte espero, y eso que no llegué a vivir aquella dictadura, que eso no se vuelva a repetir. Pero volvamos a lo que quería hablar. Durante todos estos días, y sobre todo el día 20, oiremos a mucha gente hablar sobre la dictadura e incluso a más de un iluminado ensalzarla. Es en esos momentos cuando uno piensa en cosas como en nazismo en Alemania. A ver, antes de que me inundéis el blog a comentarios poniéndome a parir, quiero decir que no estoy poniendo a la misma altura nazismo y franquismo. Nada más lejos de la realidad. Simplemente pienso en el trato que se le da a un movimiento y al otro.
En Alemania, por ejemplo, está prohibidísimo hacer apología del nazismo. Según leí hace un tiempo, el bunker donde suicidó Adolf Hitler está cerrado a cal y canto y se ha ordenado no abrirlo al público para que no se acabe convirtiendo en una especie de santuario del nazismo, máximo representante de la época más oscura del pasado siglo. Aquí, por el contrario, está claro aquella frase de Spain is different. Estoy seguro de que no pocos de los que leerán estas líneas habrán ido a visitar al menos una vez, o conocerán a alguien que ha visitado, el Valle de los Caídos, lugar donde reposan los cuerpos de Primo de Rivera y de Francisco Franco, Caudillo de España por la gracia de Dios, según decían las monedas de peseta que había con su efigie. No recordemos que la misma gracia divina ha permitido muchas barbaridades a lo largo de la historia de la humanidad, aunque no entraré a discutir eso, ya que me llevaría muy lejos de lo que quiero hablar en este post.
Sinceramente, durante un tiempo no tenía ni idea de cómo era posible que hubiese gente que pudiese hacer manifestaciones públicas ensalzando el franquismo, movimiento que acabó con las libertades de muchísimos ciudadanos. No voy a entrar aquí a hablar sobre si Franco hizo cosas buenas. Posiblemente hizo alguna, ya que no creo que alguien pueda ser totalmente bueno o totalmente malo, pero la memoria que quedó de esos 36 años de dictadura, fueron 36 años de opresión, por lo que se me ha hecho difícil durante muchísimos años el entender cómo alguien podía ensalzar libremente esa época, pero poco a poco lo entendí. Podrían haber varias razones, pero hay una sobre todas que lo explicaría todo: Sencillamente, el bando franquista ganó la guerra. Ni más ni menos. Para bien o para mal, el golpe militar acabó cayendo de su lado y ha quedado en el subconsciente colectivo que el franquismo no es tan malo como muchos lo pintan. Supongo que, simplemente, muchos se han acabado acostumbrando a esa parte de la historia y prefieren no regirar la mierda, con perdón de la expresión.
Pero bueno, mientras haya gente que esté convencida de que el franquismo simplemente fue una parte más de la historia de este país, podrá haber gente que eche de menos aquella época y pueda expresarlo libremente. Y es que soy de los que piensa que, hasta cierto punto, dentro de su cabeza, cada cual puede pensar lo que quiera, pero de ahí a manifestarlo va un trecho...

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