En el mundo de la alta relojería, Chopard ha hecho una vez más una declaración audaz con su modelo Happy Sport Rose, que personifica la combinación magistral de joyería y habilidad relojera. Este reloj no es simplemente un accesorio de lujo; representa una celebración de creatividad, perseverancia e intuición femenina, virtudes personificadas por Caroline Scheufele, cofundadora y copresidenta de Chopard.
Orígenes Inspiradores del Happy Sport
La historia del Happy Sport se remonta a los años 90 cuando Caroline Scheufele presentó una idea revolucionaria que desafiaría las normas establecidas de la relojería de lujo. Propuso un diseño que combinaba la elegancia del acero con la opulencia de los diamantes, adaptable tanto para la pista de tenis como para un evento de gala. A pesar de las dudas iniciales, su determinación inquebrantable culminó en la creación de un nuevo género en la industria: el sport-chic.
El modelo Happy Sport Rose de Caroline se destaca por su fabricación en oro ético rosa de 18 quilates, demostrando el compromiso de Chopard con la sostenibilidad. Adornado con zafiros rosas y rubíes en un encantador degradé, este reloj no solo evoca la estética de un jardín primaveral sino que también presenta los icónicos diamantes móviles de Chopard, que juegan libremente bajo un cristal de zafiro para celebrar la vivacidad y el dinamismo de la vida.
Detalles y Diseño
Este diseño se complementa con una esfera de nácar perlado, meticulosamente decorada con guilloché, que invita a momentos de calma y contemplación. Este uso de materiales no solo captura la luz de formas espectaculares sino que también añade una profundidad y complejidad a la pieza, convirtiéndola en una verdadera obra de arte portátil.
Compromiso Continuo con la Sostenibilidad
En línea con su Viaje hacia el Lujo Sostenible, Chopard garantiza que todo el oro utilizado en sus creaciones proviene de fuentes responsables, subrayando su dedicación no solo a la estética y la calidad sino también al respeto por el medio ambiente y los derechos humanos.
Hoy en día, cuando las nuevas generaciones exploran el Happy Sport en las boutiques de Chopard, Caroline Scheufele recuerda con una sonrisa las rosas que su jefe de taller le prometió, un símbolo de un desafío superado y una visión realizada. Este reloj, inicialmente dudado por muchos, ha florecido y se ha establecido como un querido ícono entre mujeres de todas las edades.
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