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5 consejos para una nueva filosofía de vida ante la crisis

Publicado el 24 marzo 2013 por Osunac
5 consejos para una nueva filosofía de vida ante la crisis
La crisis y sus dichosas consecuencias afecta en mayor o menor medida a todos o casi todos.
Son muchos los que han tenido que recortar gastos y para su tren de vida por la falta de dinero. Depresiones, ansiedad o incluso malhumor son alguna de las consecuencias por la falta de esos pequeños lujos que la mayoría de la gente se daba.
Pero... no hay que sentirse mal por ello. Hay que ver esta crisis como una oportunidad de cambiar nuestras vidas. Un momento idóneo de valorar las cosas que realmente tienen valor y el punto concreto para simplificar nuestras vidas.
Aquí te dejo 5 consejos para una nueva filosofía de vida en tiempos de crisis.
¿Quieres cambiar de forma de pensar?
Menos es mas
Hay un dicho que dice, "no es mas rico el que mas tiene, sino el que menos necesita".
Hay que plantearse la vida de una forma diferente al modo que nos ha tocado vivirla donde el consumo es lo primordial y donde el que no puede comprar una cierta cosa se convierte casi en un paria para el resto de la sociedad.
Hay que plantearse una pregunta cada vez que queramos comprar algo ¿es realmente necesario?
Si la respuesta a esa pregunta es "si" adelante. Invierte tu dinero en ello. Si la respuesta a esa pregunta es "no" será mejor que lo dejes en el estante y contémplalo desde la distancia.
Pero claro está que el ser humano necesita lujos. No podemos hacer como en la URSS donde nadie podía tener lujos excepto los propios dirigentes que no se aplicaban el cuento.
Busca algo poco costoso, pero que según tu baremo se pueda considerar un lujo. Puede ser una comida o cena especial, el helado de la heladería que mas te gusta, una camiseta que realmente te llame la atención o cualquier otra cosa que consideres oportuno y te haga sentir bien.
Necesitamos algo nuevo de vez en cuando, pero hay que pensarlo con cabeza de forma espaciada en el tiempo.
Reutiliza
Ha llegado el momento de pensar en la moda y reutilizar aquello que desecharíamos en tiempos de bonanza. Ropa, ordenadores o muebles pueden entrar dentro de la categoría de posibles reutilizaciones.
Siempre he dicho que una ropa que hemos dejado de usar hace años puede convertirse en nueva a nuestros ojos fácilmente. Si no estás acostumbrado a usarla habitualmente y la rescatas del armario, puede que te engañes sintiéndote como si hubieses ido al ZARA mas cercano a comprate algo nuevo.
Lógicamente esta práctica, relacionada con la ropa hay que usarla dentro de las posibilidades. Si tienes un pantalón de acampanado de los años 60 y no te ves bien, ni cómodo con ellos será mejor que ni los mires.
Esta es una cuestión de sentirse bien, no de ir por la calle sintiéndote peor de lo que estás.
A nivel de ordenadores puede pasar lo mismo. Pregúntate ¿Para que uso el ordenador? si la respuesta es para navegar, chatear y poca cosa mas, lo mejor es reutilizar el ordenador viejo que tienes.
Puede que esté en las últimas pero con algo de destreza y una distribución linux que consuma pocos recursos puede llegar a convertirse en el ordenador nuevo que tantas ganas querías tener.
Así que, si has dejado de usar algo hace mucho, mucho, mucho tiempo. Sácalo del armario y reutilízalo en la medida de las posibilidades.
Recicla
Reciclar puede verse como reutilizar, pero tiene un componente de bricolaje o manualidades que la reutilización no tiene.
Si la decoración de tu casa no te gusta o digamos quieres llenarla de algo dado lo vacía que está, puedes darle una cara nueva reciclando muebles, rescatándolos y dándoles una nueva imágen a los ojos de los visitantes y puede que a los tuyos propios.
5 consejos para una nueva filosofía de vida ante la crisis
Con pintura, papel de todo tipo, algo de imaginación y demás herramientas y materiales, puedes convertir esa mesilla o mueble cualquiera en un nuevo icono de la mado del diseño de itneriores que hará las delicias de los visitantes y habitantes de la casa.
Se imaginativo, y si no puedes, visita internet o cualquier escaparate de tienda de decoración y saca ideas.
No dejes que Ikea gane la partida y convierte tu casa, en una casa original y no alienada como todas las demás. No solo los ricos pueden tener muebles originales.
Simplifica
Este concepto viene a decirnos que la mayoría de las cosas que tenemos hoy día o no son necesarias y no las vamos a usar en la vida. Puede que tengas los cajones llenos de chuminadas, los estantes llenos de aparatos electrónicos y el armario lleno de ropa que no quiere reutilizar.
Pues simplifica tu vida regalando, vendiendo todo aquello que no quieras o no vayas a usar mas.
Deja atrás el "Por si acaso" y piensa bien con la cabeza.
Simplifica tu vida.
La belleza de las pequeñas cosas
La belleza de las pequeñas cosas se ha dejado de lado por el ahora, cuanto antes y mas caro mejor.
Una tarde entre amigos, tirados en el campo y comiendo una tortilla de patatas, no tiene precio. Es algo barato, nos lo pasamos bien echándonos unas risas y además pasamos la tarde en la naturaleza cómodamente.
Está bien salir de pinchos por la calle de moda de cada ciudad, pero no es obligatorio hacerlo para sentirnos mejor con nosotros mismos y con los demás.
Un buen paseo, una charla y la visita a algún museo gratuito de tu ciudad puede convertirse en una buen plan, si además lo aderezamos con un buen bocata en algún parque para decir luego que hemos comido fuera de casa.
5 consejos para una nueva filosofía de vida ante la crisis
Una tarde de lectura tranquila en casa, tirado en la cama o en el sofá, con el libro que tantas veces hemos querido leer, no tiene precio.
Piensa en los libros como una inversión. Una película dura una hora y media o dos horas a lo sumo. Un libro, dependiendo de la rapidez de lectura que tengamos, nos dura días. Días de entretenimiento, que en el caso de haberlo cogido prestado de una biblioteca es gratis, o incluso mas barato que irnos al cine.
Conclusión
La mente humana necesita estímulos. No podemos hacer o ver siempre lo mismo. Llegaríamos a entrar en una depresión galopante de la que solo podríamos salir usando fármacos en el peor de los casos cuesta mucho dinero.
Simplificando nuestras vidas, reutilizando de vez en cuando, reciclando aquello que se puede reciclar y viendo lo bonito de las pequeñas cosas.
¿Te animas?

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